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Edición 38

Poesí­a colombiana: John F. Galindo



                                                            De Lavar la culpa 

                                                            I lugar en el Concurso Nacional de poesí­a Tomás Vargas Osorio, 2016

 

1.

 

No vine para lavar en seco mis heridas. En mi resurrección dejé de lado todo porque ya no habí­a espacio para los lamentos, y los niños que espantados corrí­an por las calles superaban dos a uno mis tragedias. Hablo de un paí­s y de la carne, de la ropa que se lava en los rí­os que son como las tumbas, un paí­s del que me fui y al que regreso, justo ahora cuando se empieza a abrir el cielo y la lluvia es otra patria, otra escena. He vuelto a vivir y no hay nadie para hablar, soy yo misma olvidándome de mí­, soy yo misma imaginando mi reflejo, soy yo misma y mis senos viejos amamantan la nostalgia, salvo el dolor, salvo la sangre, salvo mi útero estropeado, mis ropas son un mapa hacia la muerte,

 

un libro abierto,

 

una fotografí­a del olvido.

 

 

2.

 

Los amantes sueñan con el vivo perfume del trópico. Un rí­o lento, Magdalena silenciosa, lava mi voz y la luz se cuela por entre las tejas de zinc como una música, sí­, como la lengua de esta gente que cortó nuestras cabezas, de esta gente que mutiló nuestra esperanza. Emerge entonces la palabra de estos suelos cundidos por la sarna. Ahora solo quiero mirar lejos, lavar la culpa, el sosiego de una madre muerta que cuida su rebaño. Se empoza la piedad, le salen alas a la rabia, alas grandes y extraviadas, hechas del llanto del charco y el caimán, del cuerpo muerto que fue un barco, una tormenta, el musgo y la quimera, la tristeza de los cerros quemándose, mucha lluvia éramos y éramos tan solo otra música lejana.

 

 

3.

 

Aprovecharemos para admirar los jardines adornados con las flores que le arrancaron a la muerte. No lavaremos en seco la luz que se resume en las formas del hastí­o, no lavaremos en seco la sangre que no puede coagular su camino y que ahora es como el agua del mar que también es un recuerdo.

 

 

4.

 

En esa sombra se secan los amores perdidos

 

Tienen una vida secreta cuyo doble es nuestra muerte

 

 

5.

 

Debajo del agua con la que se lavan nuestras ropas sucias, un parto de fuego destroza la matriz necesaria para este incendio, como si fuesen hijos nuestros hijos, y el dolor no fuera memoria.

 

Así­ escapamos por entre manantiales sagrados, lavando la luz necesaria, la hermosa luz que iluminaba nuestro barranco, la caí­da.

 

Nuestro descenso.

 

 

 

 

Vea también: Fredy Yezzed – Un fragmento de “El diario inédito del filósofo vienés Ludwig Wittgenstein”


Noticia Biográfica


John F. Galindo. Bucaramanga 1978. Licenciado en Literatura. Promotor de lectura del Ministerio de Cultura. Ganador del XIX Premio Nacional de Poesí­a de la Universidad Externado de Colombia (2007). Su libro Ventanas de otros dí­as recibió el IV Premio de Impulso a la Poesí­a Joven Colombiana (2008). En 2009 recibió la Primera mención de honor en la bienal de Poesí­a “Julio Flores”. Ganador del Premio Nacional de Poesí­a Relata- Ministerio de Cultura 2013. Su libro Lavar la culpa acaba de ganar el I lugar en el Concurso Nacional de Poesí­a Tomás Vargas Osorio (2016).  Cuentos y poemas suyos han aparecido en publicaciones nacionales e internacionales, así­ como en diversas antologí­as. Ha publicado los libros Ventanas de otros dí­as (Ediciones UIS 2008), Karaoke Demon (Ediciones UIS 2010) y [L] (Cuatro Colectivo Editores 2012). Su obra no ha sido traducida a ningún idioma.



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