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Edición 19

Liliana Moreno Muñoz



Voz

 

Asómate sin miedo al abismo

y serás cascada.

 

 

 

 

Delirio

 

En el espejo del universo

una lengua infinita busca

el  sabor del grito original.

Lo imagina rojo ají­, honda promesa.

A su ausencia se ciñe

fabricando la noche,

que a este lado estalla,

cuando tus ojos pronuncian

un bosque.

 

 

 

 

Anónimo impulso

 

Al rasgarse la página del mundo,

te miras.

El  lago, congelado en mis ojos,

prolonga tu aullido.

 

Es espesa la claridad

en mi voz de leche.

 

 

 

 

La traición de Eco

 

Se enciende la noche, una procesión de voces desciende por la espiral dibujada en la piedra y estalla, en el ojo de una niña, una fuente de silencio. Entre su mano cerrada, un altar; en el altar, un lago; en el lago, la rosa; entre la rosa mi cuerpo, entre mi cuerpo su llanto. La música, atrás, abraza un pequeño ataúd blanco. Una convulsión progresa, saltos en las sillas. El llanto ahogado de la recién nacida cruza entre las piernas de los espectadores.

 

 

 

 

Mal-decir

 

Escribo calcinándome las manos

para enviar señales de humo.

 

Alguna ceniza en tu ojo

dirá, por fin, lo que mi palabra no alcanza.

 

 

 

 

6

 

Chillidos en la sala de partos.

Vi cometas incendiadas

y  ramas obscenas

acechando mi cuerpo roto,

buscando, buscando

el agua que bebes,

aquí­,

en el eco que somos,

en el anhelo eterno

de otra danza.

 

 

 

 

7

 

Beso en el agua,

codos al cielo.

Oigo el salvaje ascenso de la pena.

 

Entre mis ojos,

una galerí­a de gritos congelados.

 

Palpo los bordes

del antiguo estanque, de la flor.

 

Sospecho una ausencia.

Confirmo: me he quedado sin rostro.

 

 

 

 

Fuga del sentido

 

Como marioneta a quien le cortan los hilos…

En la espantosa quietud,

sólo el brillo del cuchillo que pasó.

 

 

 

 

Del sentido 

 

Marioneta lanzada al escenario en llamas,

mientras los niños dan a luz

desfiguradas sonrisas.

 

Se cierra el telón.

Mis cenizas buscan al titiritero.

 

 

 

 

Sentido 

 

En el proscenio,

agitadas campanas de luz

son las lámparas,

se mece el pesado telón

y escucho en la distancia,

el vaivén de los ahorcados.

 

Te veo, ya no. Te veo.

 

Vierte la música su eternidad

en los secos labios de la tierra,

que despacio,

se abren.

 

Atraviesan,

ardientes rocas,

la piel del cielo.

 

Vennnn…

— vibra la lengua

a punto de saber la noche —

una lágrima de fuego

se desliza

por mi rostro de nieve

en esta función sin final,

sin intermedio.

 

Me miro,

y me crecen,

como ramas,

tensos hilos transparentes.

 

Desaparecido teatro,

se olvida el papel

cuando eres la red, la araña y la presa.


Noticia Biográfica


Liliana Moreno Muí±oz (Bogotá, 1974). Poeta, danzante y guionista, codirectora artí­stica de Saraswati – Artes Integradas, cocreadora y gestora de la acción poética “Al aire libro”. Licenciada en Lingí¼í­stica y Literatura de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas y Magister en Literatura Hispanoamericana del Instituto Caro y Cuervo. Ha publicado el poemario En lengua de bruja (2015). Sus poemas, cuentos y ensayos han sido publicados en diarios y revistas nacionales e internacionales, así­ como en algunas antologí­as de  poesí­a colombiana: Oscuro es el canto de la lluvia (1997), Inventario a contraluz (2000) y Diez mujeres poetas le cantan a la tierra (2015).  Docente del Pregrado en Creación Literaria de la Universidad Central y directora de talleres literarios en IDARTES y la Casa de la Cultura de Chí­a. Ha participado en diversos proyectos de creación artí­stica individuales y colectivos entre los que se destacan “Poesí­a en escena” y “La Divina con medias”.



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