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Edición 25

La poesía se burla del recuerdo – Robinson Quintero Ossa



En cada envío de La poesía se burla, el poeta colombiano Robinson Quintero Ossa nos muestra poemas —acompañados de una breve reflexión— que aluden satíricamente a alguna realidad. En esta ocasión, el poeta se burla del recuerdo.

 

                              Primeros pasos en la recta final

 

Hace tiempo, tuve unos amores tormentosos. De la noche a la mañana, me hallé con pañuelos compungidos, convulsiones, requerimientos y portazos. Mi solapa estuvo a punto de perder la dignidad. Mi teléfono abandonó su papel tradicional de resquicio, ojo de cerradura para el tímpano, para volverse ventanal ante la angustia ajena, las manos desquiciadas y la agitación de un estandarte de ojeras acusadoras. Mi corazón dio un traspié y cayó en un pequeño charco de lágrimas. Pero no puedo recordar el nombre de la mujer que tanto demandó y ocasionó. Comenzar a peinar olvidos y extraviar el nombre de una amante –de una mujer que coleccionaba orgasmos de poeta- es el signo oficial inconfundible de que se empieza a envejecer.

 

                                                            Enrique González Rojo

                                                            (México, 1899-1939)

 

 

También a mí me pasa, finado Enrique, que comienzo a peinar recuerdos y extravío los nombres de las que fueron mis amantes: signo inconfundible de que empiezo a declinar; pero, ¡qué le vamos a hacer! Igual es signo oficial de que empezamos a envejecer que mueran, primero que nosotros, las mujeres que fueron en nuestra juventud las más preciadas novias. Insisto: ¡qué le vamos a hacer! Sagrado sea para siempre lo que viene a florecer y a caducar. Traspiés, charcos de lágrimas, ojeras acusadoras, de todo eso nos reímos con el paso del tiempo. Desembaracémonos, tú en tu nada y yo en mi casi-nada: estábamos de sobra advertidos. ¡Ah!, y a la mujer que coleccionaba tus orgasmos de poeta, déjala tranquila con su nombre en tu perenne indiferencia, que también ella –dalo por hecho–, de espasmo en espasmo, de portazo en portazo, olvidó pronto tu nombre. Y tus ventoleras de macho que coleccionaba orgasmos de letradas.

 

                              £

 

¡Sin exagerar la nota, Quino, sin exagerar la nota!


Noticia Biográfica


Robinson Quintero Ossa es poeta, ensayista y periodista literario. Licenciado en Comunicación Social y Periodismo por la Universidad Externado de Colombia. Libros de poemas: De viaje (1994), Hay que cantar (1998) y La poesí­a es un viaje (2004). Ediciones Catapulta publicó en 2006 su breve antologí­a de oficios El poeta es quien más tiene que hacer al levantarse, y La Universidad Externado de Colombia, en 2013, en su colección "Un libro por centavos", la selección de poemas Los dí­as son dioses. Ha publicado libros de investigación literaria y de periodismo literario. Sus obras de ensayo son: "Un panorama de las tres últimas décadas" para el libro Historia de la poesí­a colombiana (2009), junto a Luis Germán Sierra, y Libro de los enemigos (2013) “Beca de Creación en Ensayo, Alcaldí­a de Medellí­n 2012". Como director de talleres literarios, ha trabajado para la Casa de Poesí­a Silva, las bibliotecas públicas de Comfenalco-Antioquia, el Taller de Letras de la Fundación Jordi e Serra. En la actualidad orienta los talleres de creación literaria La máquina de cantar y compone, junto a Fernando Linero, el grupo musical El poeta canta dos veces.



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