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Edición 29

Pájaros, de Saint-John Perse II



Para ver los primeros cinco poemas: Pájaros, de Saint-John Perse

 

Traducido por Martín Abadía (Argentina). Entre sus traducciones se encuentran Mi Cuerpo y Yo de René Crevel (Arena Libros, 2012);  Doctor Sax de Jack Kerouac (Escalera ediciones, 2012); Cartas de Guerra de Jacques Vaché (Editores Argentinos Hnos, 2013); Diarios de Jack Kerouac (1947-1954) (Mundo soplado por el viento. Editores Argentinos Hnos, 2015); Opio, diario de una desintoxicación de Jean Cocteau. (Nulú Bonsai editores, 2016); La gran borrachera de René Daumal (Nulú Bonsai editores. Bajo el auspicio de la beca de traducción del Centro Nacional del Libro, en proceso).

 

 

  

 

6

 

La hora venida con la liberación, más que un despegue de pájaro es un lanzamiento silencioso de las grandes imágenes pintadas, como navíos sobre su basada…

 

Braque que conoce la gloria más envidiable, la de ver su nombre llevado por un navío en alta mar –un bello navío laqueado en blanco, bajo la insignia nórdica, y al que animan desde la proa seis grandes pájaros buceadores de los mares árticos– no querrá desaprobar esta última imagen náutica: sus pájaros deshilachados como sofismas de Eléates sobre la indivisibilidad del espacio y el tiempo, si eternizan en punto fijo el movimiento mismo del vuelo, nada tienen de mariposa fijada por el alfiler vienés del entomólogo, sino que más bien son, entre los treinta y dos aires de la rosa de los vientos, sobre ese fondo de ojo incorruptible que es la brújula marina, como la aguja magnética en trance sobre su base de metal azul.

 

Los viejos pilotos de China y Arabia así lo observaban orientarse, al nivel de un tazón de agua, el pájaro pintado y flotando sobre su índice de corcho atravesado por una aguja magnética.

 

***

 

6

 

L’heure venue de la libération, plus qu’un envol d’oiseaux c’est un lancement silencieux des grandes iages peintes, comme de navires sur leur ber…

 

Braque qui connait la gloire la plus enviable, celle de voir son nom porté par un navire de haute mer – un beau navire laqué de blanc, sous pavillon nordique, et qu’animent à la proue six grands oiseaux plongeurs des mers arctiques – ne voudra point désavouer cette dernière image nautique: ses oiseaux effilés comme des sophismes d’Eléates sur l’indivisibilité de l’espace et du temps, s’ils éternisent au point fixe le mouvement même du vol, n’ont rien du papillon fixé par l’épingle viennoise de l’entomologiste, mais bien plutôt sont-ils, entre les trente deux aires de la rose des vents, sur ce fond d’oeil incorruptible qu’est la boussole marine, comme l’aiguille magnétique en transe sur son pivot de métal bleu.

 

Les vieux pilotes de Chine et d’Arabie regardaient ainsi s’orienter de lui-même, au niveau du bol d’eau, l’oiseau peint et flottant sur son index de liêge traversé d’une aiguille aimantée.

 

 

 

 

7

 

…Nada allí de inerte ni de pasivo. En esa fijeza del vuelo que sólo es un laconismo, la actividad resulta combustión. En todo el haber del vuelo, ¡y transferencias de cuenta a este haber!

 

El pájaro sucinto de Braque no es motivo simple. No es filigrana en la orden del día, ni siquiera huella de mano fresca en la arcilla de las paredes. No habita, fósil, ni el bloque de ámbar ni el de hulla. Vive, boga, se consume – concentración en el ser y constancia en el ser. Se apodera, como la planta, de la energía luminosa, y su avidez es tal que no percibe, del espectro solar, ni el violeta ni el azul. Su aventura es aventura de guerra, su paciencia «virtud» en el sentido antiguo de la palabra. Rompe, con valor, el hilo de su gravitación. Su sombra del suelo se ha despedido. Y el hombre presa de abreviatura similar se cubre con los sueños más claros de la espada.

 

¡Ascetismo del vuelo!… El ser de pluma y de la conquista, el pájaro, nacido bajo el signo de la disipación, ha reunido sus líneas de fuerza. El vuelo le corta las patas y el exceso de plumaje. Más breve que el alerón, tiende a la desnudez lisa de la máquina, y llevado de un solo tirón hasta el límite espectral del vuelo, parece afín a dejar el ala allí, como el insecto luego del vuelo nupcial.

 

Es una poesía de acción la que ahí se compromete.

 

***

 

7

 

…Rien là d’inerte ni de passif. Dans cette fixité du vol qui n’est que laconisme, l’activité demeure combustion. Tout à l’actif du vol, et virements de compte à cet actif!

 

L’oiseau succint de Braque n’est point simple motif. Il n’est point filigrane dans la feuille du jour, ni même empreinte de main fraîche dans l’argile des murs. Il n’habite point, fossile, le bloc d’ambre ni de houille. Il vit, il vogue, se consume – concentration sur l’être et constance dans l’être. Il s’adjoint, comme la plante, l’energie lumineuse, et son avidité est telle qu’il ne perçoit, du spectre solaire, le violet ni le bleu. Son aventure est aventure de guerre, sa patience “vertu” au sens antique du mot. Il rompt, à force d’âme, le fil de sa gravitation. Son ombre au sol est congédiée. Et l’homme gagné de même abréviation se couvre en sogne du plus clair de l’épée.

 

Ascétisme du vol!… L’être de plume et de conquête, l’oiseau, né sous le signe de la dissipation, a rassemblé ses lignes de force. Le vol lui tranche les pattes et l’excès de sa plume. Plus bref qu’un alérion, il tend à la nudité lisse de l’engin, et porté d’un seul jet jusqu’à la limite spectrale du vol, il semble près d’y laisser l’aile, comme l’insecte après le vol nuptial.

 

C’est une poésie d’action qui s’est engagée là.

 

 

 

 

8

 

Pájaros, y que una larga afinidad se ciña a los confines del hombre… Helos allí, para la acción, armados como hijas del espíritu. Helos allí, para el trance y el antes-de-la-creación, más nocturnos que para el hombre la gran noche del sueño claro donde se ejercita la lógica del sueño.

 

En la madurez de un texto inmenso siempre en vías de formación, maduraron como frutos, o mejor, como palabras: junto a la savia y la sustancia original. Y vaya que son como palabras bajo su carga mágica: nudos de fuerza y de acción, fogones de relámpagos y emisión, llevando lejos la iniciativa y la premonición.

 

Sobre la página blanca de márgenes infinitos, el espacio que surcan no es más que encantamiento. Son, como la métrica, cantidades silábicas. Y al provenir, como las palabras, de lejana ascendencia, pierden, como las palabras, su significado hasta el límite de la felicidad.

 

De la aventura poética de antaño formaron parte, con el augurio y el auspicio. Y helos allí, vocablos sometidos al mismo encadenamiento, para el ejercicio lejano de una adivinición nueva… En la noche de antiguas civilizaciones, es un pájaro de madera, los brazos en cruz cogidos por el oficial, que cumple el rol de escriba de los médiums, como en las manos del brujo o del adivino.

 

Pájaros, nacidos de una inflexión primera para la más larga entonación… Fueron, como las palabras, llevados por el ritmo universal; se inscriben a sí mismos, y como por afinidad, en la estrofa errante más larga que alguna vez se haya visto desplegada en el mundo.

 

Felices, ¡ah!, que tiendan a nosotros, de un borde al otro del océano celeste, este arco inmenso de alas pintadas que nos asiste y que nos cierne, ¡ah!, que desde allí arrastren todo el honor con ánimo, ¡hasta nosotros!…

 

El hombre lleva el peso de su gravedad como una muela sobre el cuello, el pájaro como una pluma pintada en la frente. Pero en el extremo de su hilo invisible, el pájaro de Braque no escapa a la fatalidad terrestre más que en una partícula rocosa en la geología de Cézanne.

 

***

 

8

 

Oiseaux, et qu’une longue affinité tient aux confins de l’homme… Les voici, pour l’action, armés comme filles de l’esprit. Les voici, pour la transe et l’avant-création, plus nocturnes qu’à l’homme la grande nuit du songe où s’exerce la logique du songe.

 

Dans la maturité d’un texte immense en voie toujours de formation, ils ont mûri comme des fruits, ou mieux comme des mots: à même la sève et la substance originelle. Et bien sont-ils comme des mots sous leur charge magique: noyaux de force et d’action, foyers d’éclairs et d’emissions, portant au loin l’initiative et la prémonition.

 

Sur la page blanche aux marges infinies, l’espace qu’ils mesurent n’est plus qu’incantation. Ils sont, comme le mètre, quantités syllabiques. Et procédant, comme les mots, de lointaine ascendance, ils perdent, comme les mots, leur sens à la limite de la felicité.

 

A l’aventure poétique ils eurent part jadis, avec l’augure et l’auspice. Et les voici, vocables assujettis au même enchaînement, pour l’exer-cice au loin d’une divination nouvelle… Au soir d’antiques civilisations, c’est un oiseau de bois, les bras en croix saisis par l’officiant, qui tient le rôle du scribe médiumnique, comme aux mains du sourcier ou du géomancien.

 

Oiseaux, nés d’une inflexion première pour la plus longue intonation… Ils sont, comme les mots, portés du rythme universel; ils s’incrivent d’eux-mêmes, et comme d’affinité, dans la plus large strophe errante que l’on ait vue jamais se dérouler au monde.

 

Heureux, ah! qu’ils tendent jusqu’à nous, d’un bord à l’autre de l’océan céleste, cet arc immense d’ailes peintes qui nous assiste et qui nous cerce, ah! qu’ils en portent tout l’honneur à force d’âme, parmi nous!…

 

L’homme porte le poids de sa gravitation comme une meule au cou, l’oiseau comme une plume peinte au front. Mais au bout de son fil invisible, l’oiseau de Braque n’échappe pas plus à la fatalité terrestre qu’une particule rocheuse dans la géologie de Cézanne.

 

 

 

 

9

 

De una parcela a la otra de tiempo parcial, el pájaro, creador de su vuelo, sube a rampas invisibles y gana su altura…

 

De nuestra profundidad nocturna, como de un escobén su cadena, tira de ella, ganando en amplitud, ese trazo sin fin del hombre que no cesa de agravar su peso. Sostiene, en alto, el hilo de nuestro desvelo. Y una noche lanza ese grito además, que en sueños hace levantar la cabeza del durmiente.

 

Lo hemos visto, sobre el encaje de un alba; o al pasar, negro – es decir blanco – sobre el espejo de una noche de otoño, con las ocas salvajes de viejos poetas Song, y nos dejaba mudos en el bronce de los gongs.

 

A sitios sin reposo tiende con todo su ser. Es nuestro emisario y nuestro iniciador. «Maestro del Sueño, ¡dinos el sueño!…»

 

Pero él, vestido un poco de gris o bien al desvestirse, para un día decirnos mejor el desapego del color – en esa leche de luna gris o verde y de simiente feliz, en toda esta claridad de nácar rosa o verde que es también la del sueño, siendo la de los polos y las perlas bajo el mar – navegaba antes del sueño, y su respuesta es: «¡Pasa por encima!… »

 

De todos los animales que no han cesado de habitar al hombre como un arco viviente, el pájaro, con gritos muy largos, por su incitación al vuelo, fue el único que dotó al hombre de una audacia nueva.

 

***

 

9

 

D’une parcelle à l’autre du temps partiel, l’oiseau, créateur de son vol, monte aux rampes invisibles et gagne sa hateur…

 

De notre profondeur nocturne, comme d’un écubier sa chaîne, il tire à lui, gagnant le large, ce trait sans fin de l’homme qui ne cesse d’aggraver son poids. Il tient, de haut, le fil de notre veille. Et pousse un soir ce cri d’ailleurs, qui fait lever en songe la tête du dormeur.

 

Nous l’avons vu, sur le vélin d’une aube; ou comme il passait, noir –c’est-a-dire blanc – sur le miroir d’une nuit d’automne, avec les oies sauvages des vieux poètes Song, et nous laissait muets dans le bronze des gongs.

 

A des lieux sans relais il tend de tout son être. Il est notre émissaire et notre initiateur. “Maître du Songe, dis-nous le songe!…”

 

Mais lui, vêtu de peu de gris ou bien s’en devêtant, pour nous mieux dire un jour l’inattachement de la coleur – dans tout ce lait de lune grise ou verte et de semence heureuse, dans toute cette clarté de nacre rose ou verte qui est aussi celle du songe, étant celle des pôles et des perles sous la mer – il naviguait avant le songe, et sa réponse est: “Passer outre!…”

 

De tous les animaux qui n’ont cessé d’habiter l’homme comme une arche vivante, l’oiseau, à très longs cris, par son incitation au vol, fut seul à doter l’homme d’une audace nouvelle.

 

 

 

 

10

 

¡Gratitud del vuelo!… De ésta hicieron su delicia.

 

Sobre toda medida de tiempo permitido, y de espacio, deleitable, extienden su ocio y su deleite; pájaros de más largo día y más largo agravio…

 

Más que volar, vienen enteramente a la delicia del ser: pájaros de más largo día y de más largo propósito, con sus frentes de recién nacidos, o de delfines de fábula…

 

Pasan, lo que es durar, o cruzan, lo que es reinar: pájaros de más largo día y de más largo deseo… El espacio nutricio les abre su espesor carnal, y su madurez se despierta en la misma cama que el viento.

 

¡Gratitud del vuelo!… Y el estirarse del largo deseo es tal, y de tal poderío, que les imprime a veces ese ladeamiento del ala que vemos, al fondo de las noches australes, en la armadura desfalleciente de la Cruz del Sur…

 

Largo goce y largo mutismo… Ningún silboteo, allá arriba, de las gomeras o las hoces. Navegaban ya todos fuegos apagados, cuando descendió sobre ellos la sordera de los dioses…

 

¿Y quién entonces supo jamás si, bajo el triple párpado de tintes empizarrados, la ebriedad o el ansia de placer les tenía el ojo medio cerrado? Efusión hecha permanencia, y la inmersión, total…

 

A media altura entre cielo y mar, entre una cuenca y un aval de eternidad, al franquearse ruta de eternidad, son nuestros mediadores, y y tienden con todo el ser a la extensión del ser…

 

Su línea de vuelo es latitud, a la imagen del tiempo tal como lo acomodamos. Nos pasan siempre al través del sueño, como langostas delante de la cara… Siguen a lo largo del tiempo sus pistas sin sospecha, y se cubren del ala, al mediodía, como de preocupaciones de reyes y profetas.

 

***

 

10

 

Gratitude du vol!… Ceux-ci en firent leur délice.

 

Sur toutes mesures du temps loisible, et de l’espace, délectable, ils étendent leur loisir et leur délectation: oiseaux du plus long jour et du plus long grief…

 

Plus qu’ils ne volent, ils viennent à part entière au délice de l’être: oiseaux du plus long jour et du plus long propos, avec leurs fronts de nouveau-nés, au de dauphins des fables…

 

Ils passent, c’est durar, ou croissent, c’est régner: oiseaux du plus long jour et du plus long désir… L’espace nourricier leur ouvre son épaisseur charnelle, et leur maturité s’éveille au lit même du vent.

 

Gratitude du vol!… Et l’étirement du long désir est tel, et de telle puissance, qu’il leur imprime parfois ce gauchissement de l’aile qu’on voit, au fond des nuits australes, dans l’armature défaillante de la Croix du Sud…

 

Longue jouissance et long mutisme… Nul sifflement, là-haut, de frondes ni de faux. Ils naviguaient déjà tous feux éteints, quand descendit sur eux la surdité des dieux…

 

Et qui donc sut jamais si, sous la triple paupière aux teintes ardoisées, l’ivresse ou l’affre du plaisir leur tenait l’oeil mi-clos? Effusion faite permanence, et l’immersion, totale…

 

A mi-hauteur entre ciel et mer, entre un amont et un aval d’éternité, se frayant route d’éternité, ils sont nos médiateurs, et tendent de tout l’être à l’étendue de l’être…

 

Leur signe de vol est latitude, à l’image du temps comme nous l’accommodons. Ils nous passent toujours par le travers du sogne, comme locustes devant la face… Ils suivent à longeur de temps leurs pistes sans ombrage, et se couvrent de l’aile, dans midi, comme du souci des rois et des prophètes.

 

 

 

 

11

 

Tales son los pájaros de Georges Braque, sean de estepa o bien de mar, de especie costera o pelagiana.

 

Sobre la extensión de un día más largo que aquel nacido de nuestras tinieblas, con esta tensión desenvainada por todo el cuerpo, o este flanco sinuoso de las bahías del cuello que no es menos sospechoso, se atienen a los estratos invisibles del cielo, como a las líneas visibles de un pentagrama musical, la larga modulación de un vuelo más dúctil que el de la hora.

 

En el punto en que se resuelve el acuerdo, no busquen el sitio o la edad de su filiación: pájaros de toda ribera y de toda estación, son príncipes de la ubicuidad. Y siempre ocupados de la mesa del día como mortajas y espigas entre las partes de un mismo todo, viran a uniones más altaneras que las del Ying y el Yang.

 

En el punto de la hipnósis de un ojo inmenso habitado por el pintor, como el ojo mismo del ciclón en actividad – todas cosas relativas a sus lejanas causas y todos los fuegos cruzándose – es la unidad al fin reanudada y lo diverso reconciliado. Luego de tal y tan larga consumación del vuelo, es la gran ronda de pájaros pintados sobre la rueda zodiacal, y la reunión de una familia entera de alas en el viento amarillo, como una sola y vasta hélice en búsqueda de sus palas.

 

Y puesto que buscan la afinidad, en ese no-lugar muy seguro y muy vertiginoso, como en un punto focal donde el ojo de un Braque busca la fusión de los elementos, llegan a imitar alguna aleta submarina, algún alerón de llama viva o alguna pareja de hojas al viento.

 

O bien helos allí, en todo ese alto suspenso, como granos alados, sámaras gigantes y simientes de arces: pájaros sembrados al viento de un alba, siembran a largo plazo nuestros sitios y nuestros días…

 

Igual que los caballeros de Asia Central, montados sobre sus precarias bestias, siembran al viento del desierto, para repoblarlo mejor, efigies ligeras de caballos breves sobre recortes de papel blanco…

 

Braque, tú siembras de especies santas, el espacio occidental. Y el distrito del hombre se encuentra como fecundado… ¡En monedas y simientes de pájaros pintados, que el precio del Siglo nos sea pagado!

 

***

 

11

 

Tels son les oiseaux de Georges Braque, qu’ils soient de steppe ou bien de mer, d’espèce côtiere ou pélagienne.

 

Sur l’étendue d’un jour plus long que celui né de nos ténèbres, avec cette tension dardée de tout le corps, ou cet allongement sinueux des anses du col qui n’est pas moins suspect, ils tiennent aux strates invisibles du ciel, comme aux lignes visibles d’une portée musicale, la longue modulation d’un vol plus souple que n’est l’heure.

 

Au point où se résout l’accord, ne cherchez point le lieu ni l’age de leur filiation: oiseaux de tous rivages et de toutes saisons, ils sont princes de l’ubiquité. Et d’abord engagés sur la table du jour comme mortaises et tenons entre les parts d’un même tout, ils virent à des noces plus hautaines que celles du Ying et du Yang.

 

Au point d’hypnose d’un oeil immense habité par le peintre, comme l’oeil même du cyclone en course – toutes choses rapportées à leurs causes lointaines et tous feux se croisant- c’est l’unité enfin renouée et le divers réconcilié.

 

Après telle et si longue consommation du vol, c’est la grande ronde d’oiseaux peints sur la roue zodiacale, et le rassemblement d’une famille entière d’ailes dans le vent jaune, comme une seule et vaste hélice en quête de ses pales.

 

Et parce qu’ils cherchent l’affinité, en ce non-lieu très sûr et très vertigineux, comme en un point focal où l’oeil d’un Braque cherche la fusion des élément, il leur arrive de mimer là quelque nageoire sous-marine, quelque aileron de flamme vive ou quelque couple de feuilles au vent.

 

Ou bien les voice, dans tout ce haut suspens, comme graines ailées, samares géantes et semences d’érables: oiseaux semés au vent d’une aube, ils ensemencent à long terme nos sites et nos jours…

 

Ainsi les cavaliers d’Asie centrale, montés sur leurs bêtes précaires, sèment au vent du désert, pour le mieux repeupler, des effigies lëgères de chevaux brefs sur découpures de papier blanc…

 

Braque, vous ensemencez d’espèces saintes, l’espace occidental. Et le distric de l’homme s’en trouve comme fecondé… En monnaies et semences d’oiseaux peints, que soit payé pour nous le prix du Siècle!

 

 

 

 

12

 

…Estos son los pájaros de Georges Braque: más cerca del género que de la especie, más cerca de la orden que del género; prestos a reunir de un mismo trazo el tronco madre y el avatar, jamás híbridos y sin embargo milenarios. Llevarían, en buena nomenclatura, esta repetición del nombre a la que los naturalistas se placían en honrar el tipo elegido como arquetipo: Bracchus Avis Avis

 

Ya no son grullas de Camarga ni gaviotas de los rincones normandos o de Cornualles, garzas de África o de Ile-de-France, milanos de Córsega y de Vaucluse, ni palomas de pasos pirineos; sino pájaros de misma fauna y misma vocación, detentando casta nueva y de antiguo linaje.

 

Todo lo sinténticos que sean, son de primera creación y no remontan el curso de una abstracción. No han frecuentado ni el mito ni la leyenda; y, repugnando con todo su ser esta carencia que es el símbolo, no dependen de Biblia alguna o ritual.

 

No han jugado a los dioses de Egipto o de Susiane. No estaban con la paloma de Noé, ni el buitre de Prometeo; tampoco con esos pájaros Ababils a los que se hace mención en el libro de Mohama.

 

Pájaros son, de verdadera fauna. Su verdad es la desconocida por todo ser creado. Su lealtad, bajo numerosos perfiles, fue la de encarnar una constancia de pájaro.

 

No producen literatura. No han explorado entraña alguna ni vengado ninguna blasfemia. ¿Y qué hubiera sido del “águila de Júpiter” en la primera Física de Píndaro? No se habrían cruzado con “las grullas friolentas” de Maldoror o al gran pájaro blanco de Edgar Poe en el cielo declinante de Arthur Gordon Pym. Ni el albatros de Baudelaire ni el pájaro ajusticiado de Coleridge les fueron familiares. Pero de reales que son, no por la fábula de algún cuento, amplían el espacio poético del hombre, conducidos de un trazo real a los contornos de lo surreal.

 

Pájaros de Braque, y de ningún otro… Inalusivos y puros de toda memoria, siguen su propio destino, más sombríos que ninguna bandada de cisnes negros en el horizonte de los mares australes. La inocencia es su edad. Corren su suerte junto al hombre. Y se elevan al sueño en la misma noche que el hombre.

 

Sobre la orbe del Sueño más grande que a todos nos ha visto nacer, pasan, dejándonos con nuestras historias de ciudades… Su vuelo es conocimiento, el espacio es su alienación.

 

***

 

12

 

…Ce sont les oiseaux de Georges Braque: plus près du genre que de l’espèce, plus près de l’ordre que du genre; prompts à rallier d’un même trait la souche mère et l’avatar, jamais et pourtant millénaires. Ils porteraient, en bonne nomenclature, cette répétition du nom dont les naturalistes se plaisent à honorer le type élu comme archétype: Bracchus Avis Avis

 

Ce ne sont plus grues de Camargue ni goélands des côtes normandes ou de Cornouaille, hérons d’Afrique ou d’Ile-de-France, milans de Corse et de Vaucluse, ni palombes des cols pyrénéens; mais tous oiseaux de même faune et de même voaction, tenant caste nouvelle et d’antique lignage.

 

Tous synthétiques qu’ils soient, ils sont de création première et ne remontent point le cours d’une abstraction. Ils n’ont point fréquenté le mythe ni la légende; et, répugnant de tout leur être à cette carence qu’est le symbole, ils ne relèvent d’aucune Bible ni Rituel.

 

Ils n’ont pas joué aux dieux d’Egypte ou de Susiane. Ils n’étaient pas avec la colombe de Noé, ni le vautour de Prométhée; non plus qu’avec ces oiseaux Ababils dont ils est fait mention au livre de Mahomet.

 

Oiseaux sont-ils, de faune vraie. Leur vérité est l’inconnue de tout être créé. Leur loyauté, sous maints profils, fut d’incarner une constance de l’oiseau.

 

Ils n’en tirent point littérature. Ils n’ont fouillé nulles entrailles ni vengé nul blasphème. Et qu’avaient-ils à faire de “l’aigle jovien” dans la première Pythique de Pindare? Ils n’auront point croisé “les grues frileuses” de Maldoror, ni le grand oiseau blanc d’Edgar Poe dans le ciel défaillant d’Arthur Gordon Pym. L’albatros de Baudelaire ni l’oiseau supplicié de Coleridge ne furent leurs familiers. Mais du réel qu’ils sont, non de la fable d’aucun conte, ils emplissent l’espace poétique de l’homme, portés d’un trait réel jusqu’aux abords du surréel.

 

Oiseaux de Braque, et de nul autre… Inallusifs et purs de toute mémoire, ils suivent leur destin propre, plus ombrageux que nulle montée de cygnes noirs à l’horizon des mers australes. L’innocence est leur âge. Ils courent leur chance près de l’homme. Et s’élèvent au songe dans la même nuit que l’homme.

 

Sur l’orbe du plus grand Songe qui nous a tous vus naître, ils passent, nous laissant à nos histoires de villes… Leur vol est connaissance, l’espace est leur aliénation.

 

 

 

 

13

 

¡Pájaros, lanzas levantadas en todas las fronteras del hombre!

 

El ala poderosa y calma, y el ojo lavado de secreciones muy puras, van y nos adelantan en las franquicias de ultramar, como en las Escaleras y Cordones de un eterno Levante. Son peregrinos de larga peregrinación, Cruzados de un eterno Año Mil. Y claro que también fueron “cruzados” sobre la cruz de sus alas… ¿Algún mar que llevara barcos, ha conocido jamás concierto semejante de velas y alas sobre la extensión dichosa?

 

Con todas las cosas errantes del mundo y que son cosas al filo de la hora, van donde van todos los pájaros del mundo, a su destino de seres creados… ¿Adónde va el movimiento mismo de las cosas, sobre su oleaje, adónde va el curso mismo del cielo, sobre su rueda – a esa inmensidad de vivir y de crear en la que se conmueve la noche más grande de mayo, van, y doblando más proas que las que alzan nuestros sueños, pasan, dejándonos en el Océano de las cosas libres y no libres…

 

Ignorantes de su sombra, y sin saber de otra muerte que aquella que se consume de inmortal al ruido lejano de las grandes aguas, pasan, dejándonos, y ya no somos los mismos. Son el espacio atravesado de un solo pensamiento.

 

¡Laconismo del ala! Oh mutismo de los fuertes… Mudos son, y de alto vuelo, en la noche grande del hombre. Pero al alba, extranjeros, descienden hacia nosotros: vestidos de los colores del alba – entre betún y tordo – que son los mismos colores del fondo del hombre… Y de esta alba de frescor, como de una ondulación muy pura, guardan entre nosotros algo del sueño de la creación.

 

***

 

13

 

Oiseaux, lances levées à toutes frontières de l’homme!…

 

L’aile puissante et calme, et l’oeil lavé de sécrétions très pures, ils vont et nous devancent aux franchises d’outremer, comme aux Échelles et Comptoirs d’un éternel Levant. Ils sont pèlerins de longue pérégrination, Croisés d’un éternel An Mille. Et aussi bien furent-ils “croisés” sur la croix de leurs ailes… Nulle mer portant bateaux a-t-elle jamais connu pareil concert de voiles et d’ailes sur l’étendue hereuse?

 

Avec toutes choses errantes par le monde et qui sont choses au fil de l’heure, ils vont où vont tous les oiseaux du monde, à leur destin d’êtres créés… Où va le mouvement même des choses, sur sa houle, où va le cours même du ciel, sur sa roue – à cette immensité de vivre et de créer dont s’est émue la plus grande nuit de mai, ils vont, et doublant plus de caps que n’en lèvent nos songes, ils passent, nous laissant à l’Océan des choses libres et non libres…

 

Ignorants de leur ombre, et ne sachant de mort que ce qui s’en consume d’immortel au bruit lointain des grandes eaux, ils passent, nous laissant et nous ne sommes plus les mèmes. Ils sont l’espace traversé d’une seule pensée.

 

Laconisme de l’aile! Ô mutisme des forts… Muets sont-ils, et de haut vol, dans le grande nuit de l’homme. Mais à l’aube, étrangers, ils descendent vers nous: vêtus de ces coleurs de l’aube –entre bitume et grive – quin sont les couleurs mêmes du fond de l’homme… Et de cette aube de fraîcheur, comme d’un ondoiement très pur, ils gardent parmi nous quelque chose du songe de la création.


Noticia Biográfica


Saint-John Perse (1887-1975) fue un diplomático y poeta francés, nacido en la isla de Guadalupe. Estudió leyes en Bordeaux y entró en el servicio diplomático en 1914. Con la llegada del régimen de Vichy a Francia, se exilió en Estados Unidos, donde fue consultor literario para la Librería del Congreso. Entre sus obras se destacan Anábasis (1924), escrita en China, y Chronique (1960). Obtuvo el premio Nobel en 1960.



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