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Edición 51

Dos poemas sobre el idioma por Rossy Evelin Lima



Verbum

 

            Cada palabra articulada

lleva el peso de las lenguas del mundo,

marejadas de imágenes,

caracolas que aún no encuentran

                                        su forma perfecta.

 

Cada palabra, fonema absoluto,

nos da de beber en sus manos

la idea de un pasado

que creemos para siempre.

 

La palabra,

            la unidad mí­nima

de expresión ardiente,

la base de la experiencia diaria,

los ecos y el barro

que se amoldan a nuestra apariencia.

 

Cada palabra articulada

va formando nuestra segunda piel,

nos llena el paladar

            con susurros alocromáticos.

 

Cada palabra articulada

es la arena de nuestro mar,

no existe ola que pueda llevarse el arenal

                        de nuestra orilla,

no hay sal que derrita o evapore

el grano edificado por la palabra dicha.

 

Sin importar la voz

ni el temblor de la garganta

la palabra siempre cae a nuestros pies

convirtiéndose en piedra o en camino.

 

 

 

 

Tanto he perdido

 

Aquí­ está mi acento de lata

trastabillando piedra con piedra,

tintineando en la calle vací­a

               del entendimiento.

 

¿Por qué no has perdido tu acento?

pregunta una voz ramosa,

yo sigo hablando con mi lengua

de nido fresco

               con mis labios toscos

masticando un idioma

sin tragarlo.

 

¿Por qué no he perdido el acento?

                            Tanto he perdido.

Perdí­ el camino que me trajo,

el viento que me dio la espalda.

                            I’ve lost so much

digo en un idioma

que voy rumiando

por más de una década.

 

He perdido la libertad

de cruzar fronteras

al compás de las mariposas,

entumida habito y me habitan.

 

He perdido el aullido

y el hilo que me zurcí­a el pecho,

dejando expuesto el corazón.

 

He perdido el cepillo

que me desenredaba la voluntad,

estoy enmarañada

con el yo que fui

y el yo que resisto.

 

He perdido el llanto,

me queda solamente

una masa caduca en el centro,

un chillido de grillo,

un océano de lacrimosas decisiones.

 

Con ojos perdidos voy perpetuamente,

tatuándome a tientas

las leyes que no dan consuelo,

tatuándome el Do not enter

de este lugar que me subleva.

 

¿Por qué no he perdido mi acento?

                            Porque tanto he perdido.

En cada anciano busco

la sonrisa de mi abuelo,

que me espera justo detrás

de esta muralla

impenetrable,

guardando de mí­ sólo la memoria

de una niña que ya no encuentro.

               Porque tanto he perdido

es que dejo a mi boca

desembarcarse a su antojo,

leñar las palabras sin tregua,

entrar por puertas

que resguardan cuartos de silencio.

Le permito a mi acento tener la libertad

                            que yo he perdido.


Noticia Biográfica


Rossy Evelin Lima, lingí¼ista, escritora y traductora. Sus poemarios Ecos de Barro y Aguacamino han recibido el International Latino Book Award en el 214 y 2016 respectivamente. Recibió el premio Orgullo Fronterizo Mexicano por la Secretaria de Relaciones Exteriores, el premio Gabriela Mistral 2010 por la Sociedad Nacional Hispana Honorifica y el premio de Poesí­a Carta Altino, Italia 2015. La autora ha sido publicada en numerosas antologí­as y revistas literarias en Espaí±a, Canadá, Estados Unidos, Argentina, Chile, Venezuela, Italia y México. Lima es fundadora de la asociacion Latinoamericana para la Cultura y las Artes, el Festival FeIPoL y la feria de libro Sin Fronteras Book Fest. Es propietaria de la editorial Jade Publishing. Rossy Lima ha realizado presentaciones estelares en la Universidad de California LA, Nueva York, La Florida y Texas.



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